Girando y girando...
Hipnóticamente se prolonga a un infinito inerte, el Husillo no para de girar. Y sin darnos cuenta, su fuerza extrae la esencia de las aceitunas o de las uvas, contenido que solo coincide en la forma de crearlo: el aceite y el vino, como el aceite al vinagre, solo pueden mezclarse por la forma al crearse, no se pueden resistir a la fuerza y el hostigamiento de este utensilio.
El Husillo, genial artilugio, inspirador y obra de arte que con la misma fuerza, inspira a muchos artistas. El mas evidente: Brancusi con su "Columna del infinito", es inevitable no poder escapar de su encantamiento, cada vez que nos encontremos con el aceite o el vino, hallaremos en sus reflejos cristalinos, una danza de giro infinito.
bernal
